Carmelo Tortosa Alfonso, quien lleva su propia Academia Masculina y Barbería en Ayamonte, nos brinda esta reflexión sobre la evolución del cabello en los 60´s, las influencias estéticas que se dieron con los cambios culturales en las décadas sucesivas y cómo los profesionales de la peluquería y barbería tuvieron que adaptarse a estos cambios. Toda una inspiración para todos aquellos que deben adaptarse a los nuevos entornos que surgen hoy día.
Corrían los años 60 y la barbería era un floreciente negocio, pero no imaginaban el inminente cambio que se avecinaba. Se empezó a observar un giro total en la peluquería masculina, la llegada de nuevas modas y música, hace que jóvenes de todo el mundo dejen de afeitarse en las barberías y comiencen a dejarse crecer el cabello. Por supuesto, esto fue una revolución, pero claro, había que adaptarse a los cambios, el hombre joven “quería el pelo largo”.
Durante algunas décadas, los espejos donde el hombre se miraba en la búsqueda de un look acorde a su forma de ser y pensar, eran en el mundo de la música, del arte, del cine, etc. Desgraciadamente, el espejo en el que hoy se miran, es en el del mundo del futbol, por ejemplo, carente de la explosividad creativa que en décadas nos ofrecieron los campos antes mencionados.
El cambio que supuso el cabello largo en el hombre hizo que el profesional tuviera que aprender a dominar incluso el secador, ya que muchos de ellos se peinaban los fines de semana y se estiraban su melena (quien lo iba a decir). Los clientes más atrevidos, puesto que no quería entrar en las barberías habituales por miedo a no ser entendidos, frecuentaban las peluquerías femeninas para síncope de clientas y padres.
Empezaron a aparecer algunas tribus urbanas, en los que el cabello era una señal de identidad, como los Rockers, que necesitaban del cepillo y secador para moldear sus tupés. Los Mods, eternos enemigos de los anteriores, exhibían cabellos tipo Beatles y flequillos rectos en su mayoría cortos.
A finales de los 70, en Inglaterra, en una sociedad muy insatisfecha y oscura, nace el Punk, un movimiento con una manera clara de pensar, con la música como máximo exponente. Son tiempos de impresionantes crestas, cabellos de colores, que empujaban a los salones a reinventarse y evolucionar en pro de la captación y mantenimiento de los clientes. Otras corrientes acompañadas por sus respectivos cambios en el cabello entre las décadas de los 60,70, 80 son el Rock psicodélico, Glam Rock, New Age, New Romantic, etc., que darán paso a otros estilos. Los 80´s, son una década prolífica en música y por supuesto en tendencias de moda, considerada como “década de oro”, con fuertes variantes para el profesional, en la que el Rock varía de forma. El Heavy hace que gran parte de jóvenes, vuelvan al cuero negro y a las melenas. En los salones de Peluquería las batallas eran constantes entre padres que desean que su hijo se cortase la melena e hijos que por supuesto, no querían. En muchos salones de caballeros no se sabían trabajar estas medidas tan largas, teniendo que adaptarse a esto, recurriendo en parte a técnicas del modelo femenino, pinzas, particiones, tijeras más pequeñas, para trabajar este tipo de cabellos.
Pero otros movimientos más enriquecedores para los salones de peluquería llegan al mundo del sonido, como el New Wave, con una estética más glamurosa. El Tecnopop, estilo Gótico, que necesitaban de comprensión por parte del profesional, estos muchachos tenían un estilo propio, unos diseños de corte que había que adaptar y comprender. Son tiempos en los que el hombre empieza a pedir mechas, color, trasparencias, moldeadores, cardados con volúmenes imposibles… Así pues, el profesional tuvo que readaptarse en algo que muchos de ellos desconocían, algo a lo que muchos profesionales no se adaptaron o lo hicieron tarde…
Esto se debió al desconocimiento, a la poca formación existente y al miedo a algo que tradicionalmente no era cortar el cabello, en un mercado que se trasladaba de padres a hijos, que las tijeras eran el santo y seña del peluquero. Los bigudíes, la decoloración y los tintes, abrieron un hueco, para muchos, insalvable en su profesión. Los profesionales que se adaptaron a estos cambios se formaron y reciclaron, rompiendo con fuerza en el mercado masculino modernizando su clientela y ganando nuevos clientes que no sabían dónde ubicarse, ya que el hombre miraba con recelo el entrar en las primeras peluquerías con concepto unisex.
Moraleja:
Como todos sabemos, las modas son cíclicas, vuelven al cabo de los años, de las décadas, vivimos en una sociedad en constante movimiento, con fuertes inquietudes, ¿Qué pasará en la barbería actual, si vuelve el cabello largo?, El color, moldeadores, las mechas ya se realizan en muchos de nuestros salones, aunque siguen existiendo profesionales, que hacen la vista gorda ante la llegada inminente de nuevos y rentables servicios para nuestros salones.
El número de formaciones que se imparten hoy en día, sumadas al crecimiento exponencial de las nuevas tecnologías, hacen que cualquier profesional pueda acercarse a esta evolución más fácilmente, pero claro, esto es directamente proporcional, a no querer ver lo que se nos viene encima…
¡Cada mes hacemos una entrevista! La anterior fue sobre la creatividad de Antonio Garcia ¡pura fantasía!